jueves, 18 de noviembre de 2010

Adios a un grande, Carlos Moya

El primer número uno español de la historia, Carlos Moyá, anunció su retirada de la competición, a los 34 años, en una emotiva rueda de prensa en Madrid. Cuelga la raqueta después de haber conquistado 20 títulos y haber disputado otras 24 finales. Fue el primer español en la final del 'grande' australiano desde Andrés Gimeno en 1969 y aunque no pudo sorprender a Pete Sampras, se ganó el corazón de la afición en la entrega de trofeos al despedirse de la Pista Central Rod Laver Arena emulando a Chiquito de la Calzada con un '¡Hasta luego, Lucas!'. Frase que ha vuelto a repetir al finalizar su discurso.

Fue una despedida como debe ser. "El tenis es un deporte muy solitario y, aunque haya toda esa gente que te anima, las derrotas son tuyas", avisó Carlos Moyá Llompart, cuando ya había dejado escapar las primeras lagrimitas...
En la tarde del AC Cuzco, ante tantos periodistas veteranos de Grand Slam y Davis, ante Albert y Carlos Costa, el presidente Escañuela, Manuel Santana, Feliciano López, Carretero... Moyá tocó el cariño. En primera fila le fortificaban los ojos de Carolina Cerezuela. Charly recordó a cierto número uno del mundo: "Cuando me entrené la primera vez con Rafa Nadal, él tenía 14 años y estuvo a punto de ganarme. Es alguien que te contagia". Le brillaron los ojos con el sentimiento de la Davis de 2004. "En el Masters de Madrid me dí cuenta de que no podía seguir", admitió. Y, si tuviera que jugar un día... buscaría a "Edberg y McEnroe: dos jugadores especiales". Ahí quedó. Hasta luego, Lucas. Hasta luego, Charly.
Solitarios son el tenis y su retorcido colmillo de alta competición: pero la despedida de Charly Moyá fue todo menos solitaria. No una despedida al uso. La tarde más emotiva concluyó así: "Todo empezó aquel día de 1997 en Australia, el de más impacto en mi carrera. Ahora me despido como aquel día: 'Hasta luego, Lucas".

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